En el mercado, no sientas apego a ningún valor, porque te puede llevar al fondo del mar.

«Aún me queda un millón de mi prima, vale?

Mañana mismo te la doy. Compra acciones de KZ y úsalas para multiplicar ganancias, mira si confío en la empresa».

 

En la película, Jake Moore, interpretado por Shia LaBeouf, trabaja en la empresa KZ y es tal la confianza que tiene en ella, que arriesga toda la prima que ha ganado en comprar acciones de ésta y como ya sabemos, la pierde. Tal vez esto puede ocurrir más en el mercado de valores, pero podría darse con cualquier activo.

Pongamos un ejemplo. Imaginemos que compramos una acción. Es un valor que hemos analizado en gráfico semanal y tiene muy buen técnico. En gráfico diario lo confirma y vemos que en otro gráfico menor nos da una señal de entrada. Sus fundamentales son buenos y acaba de publicar resultados semestrales y son extraordinarios. Allí que nos metemos. Y una buena posición porque este valor bien lo vale.

Pasadas unas semanas, por un motivo u otro, su sector sufre un varapalo, problemas internos de la compañía, una mala recomendación de algún analista, tal materia prima cae en picado y eso le afecta mucho, cambia el marco regulatorio de no sé qué y hace que el valor pierda todo su encanto…mil cosas y causas que pueden suceder para que un valor que parecía el mejor de todo su índice, ya sólo tenga interés para abrir cortos y su buen aspecto técnico cambie de color.

Nosotros hicimos un análisis correcto de ese valor y tiene buenos fundamentales. Pensamos que es pasajero, que en el fondo, la empresa es muy buena y que solo es una corrección técnica, que pronto volverá a retomar su tendencia alcista. Por su puesto, ya está en niveles por debajo de dónde deberíamos haber salido según nuestro trading plan, pero el stop, curiosamente, ha desaparecido.

Pasan más días. El valor se sitúa en un punto de la corrección que, de perderlo, perdería toda su última onda alcista. Decidimos esperar, convencidos de que no ocurrirá, seguimos confiando en la empresa.

Rompe ese soporte y miramos hacia otro lado. Cae hasta el 100% de ese movimiento al alza. Nos empezamos a sentir incómodos, ¿será verdad que la empresa no es tan buena? Pero…¿y si esto es una maniobra, el precio hace un doble suelo y rebota? Llegaría a x precio y significaría ganar x € y la verdad es que el valor seguro que lo vale. Definitivamente, es un doble suelo y quieren que pique. Lo mantengo, rebotará y volverá a subir.

Y el valor, pierde el soporte y cae, y esta vez, como es un soporte importante, hay apertura de cortos y cierre de stops de quienes estaban largos y la violencia con la que cae, nos paraliza y ya no sabemos qué hacer, más que ver cómo perdemos mucho dinero.

A eso se le llama, entre otras cosas, apego a un valor.

Jamás, nunca en los mercados nos hemos de encariñar con ningún valor o activo, por más que todo el universo girase a favor de comprarlo y nos parezca la oportunidad de oro. Hemos de ser extremandamente fríos en ese sentido, cada valor vale lo que en ese momento exprese su técnico, no le demos más vueltas, si ha perdido ciertos niveles dónde nosotros teníamos establecido que había que salir, hay que salir.

Aquí no hay sentimientos, no debe haber apego alguno.

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