No todos los que están cerca, están a tu lado
«No confíes en la persona que está allí cuando sonríes, sino en la que está a tu lado cuando no puedes sonreir». Paulo Coelho.
Como decía en la anterior publicación, es imprescindible tener a alguien a tu lado en todo este camino largo que te conducirá a ser trader.
Pero, cuidado, como en todo en la vida hay que vigilar quién está a tu lado. No es lo mismo, tener amigos para pasarlo bien, ir a cenar el fin de semana, ir de fiesta, hacer comidas… dónde todo es alegría y son momentos de ocio. Allí se pueden confundir las cosas, cuando todo es festivo y diversión, se puede confundir la amistad de pasarlo bien con la amistad verdadera.
Cuando se termina el periodo de fiesta, viene el día a día, vienen los problemas, vienen los momentos duros… aquel que continúa a tu lado, es tu amigo.
Además, el ser humano, no nos engañemos, no es el mejor «especimen» del universo. Es egoista por naturaleza, avaricioso y envidioso.
Si la persona en la que has puesto tu confianza para que te ayude en el trading no es sincera en su propósito de ayudarte, ojo, porque te puede perjudicar. Desconfía de aquellos que exaltan todavía más tu euforia cuando ganas, sobretodo cuando ganas mucho, desconfía de los que sólo te consuelan si pierdes o te sientes algo derrotado y desconfía del todo, de aquellos que cuando estás a punto de tirar la toalla, te dicen que hay más caminos.
El amigo de verdad, si ganas mucho y estás muy eufórico, te calmará y te hará volver a la realidad de que mañana el mundo sigue girando, tratará de racionalizar tu pérdida o tu apatía e intentará que busques en ti mismo soluciones, que trabajes para arreglar eso. El amigo leal, si tiras la toalla, te la recogerá del suelo, te la pondrá en el hombro otra vez y te ofrecerá su ayuda para salir de este pozo y volver a coger las riendas.
Evidentemente, nadie te salvará de nada y sólo tú podrás conseguir avanzar y ser trader, pero los amigos fieles tirarán de ti cuando sea necesario, aunque a veces duela lo que escuches de ellos. Cuanto más duela, mejor.
Tengamos a alguien en quien confiar en este camino, pero que sea un amigo verdadero.
