Hoy vamos a hablar de otra de las emociones más comunes en el trading: el miedo.
En general, ¿por qué sentimos miedo en determinadas circunstancias de nuestra vida?
Una de las razones es, porque nos sentimos amenazados de una forma u otra y el miedo es un mecanismo de alerta, que, bien gestionado es bueno, ya que puede prevenirnos de males mayores, pero mal gestionado se convierte en angustia y nos puede paralizar y provocar un desastre.
Imaginemos, por ejemplo, que vamos a esquiar por primera vez. Subimos con el telesilla, nos situamos al inicio de la pista y ya solo queda bajar. Sentimos miedo y eso puede ser bueno porque nos hará ser prudentes, nos hará estar alertas a no chocar con nadie, a estar concentrados en el ejercicio. Pero si ese miedo no lo controlamos, no lo gestionamos de forma adecuada, en un momento dado nos puede sobrepasar, empezar a hacer movimientos peligrosos, cerrar los ojos ante un ataque de pánico, etc.… y con sus correspondientes consecuencias.
En el trading el miedo se produce porque tenemos miedo a perder.
Pero, ¿por qué tenemos miedo a algo que puede suceder de forma natural en nuestra profesión?
Cuando operamos, tenemos un sistema, que ya ha sido probado y funciona con una muestra “n” de operaciones. Sabemos que una operación individual puede salir positiva o negativa, pero con una muestra suficientemente grande, la probabilidad está a nuestro favor y saldremos ganando.
Entonces, ¿por qué ese miedo? Porque no aceptamos la incertidumbre.
Por nuestra condición humana, no nos gusta salir de nuestra zona de confort ya que, necesitamos certidumbre y no nos sentimos cómodos ni seguros en la incertidumbre.
Pero si operamos en bolsa, sea a corto o a largo plazo, hemos de ser conscientes de que la probabilidad viene incorporada en este oficio, hemos de aceptar la incertidumbre como parte de nuestra operativa.
Cuando entramos una operación, hemos de ser conscientes de que no podemos adivinar el futuro, ni hemos de tener razón. Una parte de lo que nosotros podíamos hacer, ya la hemos hecho, que es un buen análisis para escoger una buena oportunidad de inversión. Hemos de seguir activos para hacer una buena gestión de la posición: una correcta posición de nuestro stop (y no tocarlo), una correcta posición de nuestro Profit, salidas parciales, … Pero no tenemos la capacidad de gestionar lo que hará nuestra posición, eso no depende de nosotros, no está en nuestras manos. Solo hemos de actuar ante lo que haga el mercado. Hemos de gestionar la incertidumbre y actuar en ella, no querer transformarla en certidumbre.
El miedo tiene consecuencias muy negativas. Si no abrazamos la incertidumbre y no aceptamos perder, una de las cosas que más nos va a suceder es no utilizar el stop loss, moverlo, quitarlo, porque no aceptaremos perder y una operación que teníamos estipulado perder x, al final se convierte en una operación con una pérdida latente 5x, una operación que era a corto plazo, una o dos semanas, se acaba convirtiendo en una operación a meses. Nuestra mente acaba en aquello de “bueno, ya subirá, ya recuperaré…”.
Hemos de transformar nuestra mente si queremos hacer trading.
Perder no es algo malo, no es negativo, siempre que se haya iniciado bien la operación, se haya gestionado bien, y salgamos con la pérdida que teníamos planteada según nuestro trading plan y nuestro sistema de money management.
El stop loss es nuestro amigo y así nos lo hemos de tomar. No podemos crear un sistema de trading sin pérdidas, eso es imposible, porque es un oficio basado en probabilidades. Y esto, cuesta asumirlo.
Hay que trabajar nuestra mente para que acepte la incertidumbre, estar confiados en nuestro sistema, tener un money management adecuado para que cada pérdida no duela, adecuado a nuestro capital, pero también adecuado a nuestro dolor emocional y saber, que no importa el resultado individual de una operación, sino el resultado global de x operaciones.
No busquemos la certidumbre en la incertidumbre.