El artículo de esta semana, no tiene más pretensión que, no solo rendir un homenaje a un gran deportista, sino que nos sirva de inspiración y nos invite a reflexionar.

Como muchos ya sabéis, Kobe Bryant, un gran baloncestista, falleció hace pocos días en un accidente, dejando tras de él, una filosofía de trabajo muy positiva y digna de admirar.

Dicen que la voluntad mueve montañas y yo estoy plenamente convencida de ello. Su afán por ser siempre su mejor versión, le llevó a ser uno de los mejores en su profesión

 

Comentaba: “…Si el precio a pagar era mucho trabajo y unos cuantos tiros fallados, lo aceptaba sin más”.

Todos sabemos que el trading de fácil no tiene nada y de conseguir resultados de forma rápida, menos todavía. Aquí el precio a pagar es alto, muchas horas de pantalla, que nadie os engañe, lo bueno no se consigue fácilmente. Y aquí no fallamos tiros, pero sí operaciones. Y duele. Duele no solo económicamente, duele al ego, nos cuesta aceptar perder y como él decía, hemos de aceptarlo sin más, hemos de entender que para llegar a ser el mejor, hay que pasar por fallar y fallando sacamos conclusiones y de ellas, aprendemos, mejoramos, avanzamos y ganamos. No hay más camino.

Kobe Bryant siempre tenía ese afán de mejorar y ser el mejor. Entrenamientos de muchas horas, entrenamientos de levantamiento de pesas muy duros… pero ¿Acaso alguien puede decir que ya lo sabe todo? Nunca debemos llegar a ese punto, siempre habrá algo que pulir, que trabajar, que mejorar, hemos de estar siempre como yo digo, “en modo esponja”, con ganas de seguir aprendiendo y subiendo peldaños para cada día estar más cerca de nuestra mejor versión. Y el camino no será fácil, habrá frustraciones y muchas, pero como se dice, “no tires la toalla, sécate el sudor con ella y continúa”.

Sin excusas. Se levantaba de madrugada para entrenar y seguía entrenando, por la noche, después de acostar a sus hijas. No nos engañemos a nosotros mismos, todos sabemos que cuándo queremos algo de verdad, movemos montañas para conseguirlo. El ser humano es capaz de lo peor pero también de lo mejor. El “no tengo tiempo”, “estoy cansado”, puede ocurrir un día determinado, por supuesto, pero si se repite muchas veces, algo falla.

He podido leer los inicios de algunos de los mejores traders, ¿creéis que llegaron a ser traders dedicando una o dos horas a la semana a esta actividad? NO. Hubo muchas horas diarias detrás de todo ese camino inicial. Siempre que leo la biografía de algún personaje que ha logrado estar entre los mejores, hay un denominador común en todos ellos: un trabajo brutal detrás de todo ese éxito.

Muchos emprendedores que han triunfado en algún proyecto, llevan en su espalda, muchos proyectos que “fracasaron” y lo pongo entre comillas porque gracias a ellos, a esos fracasos, triunfaron después. Pero no se rindieron, y en muchos casos llegaron a extremos de ser su última oportunidad, a todo o nada, se arriesgaron y vencieron.

Y entrenamiento de la mente, no solo del cuerpo. Kobe analizaba las jugadas, veía las grabaciones, quería controlar cada detalle de lo que ocurría en la cancha. Aprender, aprender y aprender.

Siempre digo, que una parte fundamental del éxito en el trading es el análisis de nuestras operaciones. No solo es operar, hay que trabajar mucho, antes y después, hay que repasar nuestra operativa, cada uno de los trades, en bloques de operaciones, analizarnos a nosotros, a nuestras emociones mientras operamos, el trabajo más allá del momento de la acción es fundamental y necesario.

Solo hay un camino para ser de los mejores en aquello que nos propongamos: el trabajo duro.

 

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