Hace pocos días leía a Perico Delgado diciendo: «Estamos enseñando a ganar, cuando deberíamos enseñar a perder». Que frase tan cierta, aplicable a muchos aspectos de nuestra vida, al deporte, al trading…
Ya desde pequeños nos educan, casi de forma inconsciente, no hablo solo de nuestros padres, sino de la sociedad en general, a que perder no es bueno.
Cuando decimos esta palabra, las sensaciones que nos transmite al pronunciarla, son negativas. Ni por un instante sentimos algo positivo, constructivo. No, es algo que no debemos hacer, o cuanto menos, evitarlo.
Somos niños, jugamos a un deporte de equipo y queremos ganar, lo celebramos cuando ganamos y el equipo perdedor se queda triste.
En nuestros estudios, si suspendemos un examen, nos duele, nos sentimos tristes y frustrados, incluso enfadados con nosotros mismos, por no haber estudiado más.
Ya en nuestra vida adulta, si perdemos un trabajo, si perdemos una oportunidad, un negocio que emprendemos, si perdemos incluso, una amistad o una relación, solo pensamos en lo negativo, nunca nos parecerá algo que podría convertirse en positivo.
A un deportista profesional, no le gusta perder, es evidente, normal y humano, ha trabajado mucho, con muchos sacrificios y mucha dedicación, para ganar esa competición. Duele perder.
Hay un dolor en el perder que es inevitable, normal y hasta sano, diría yo. Y es el sentimiento de pena, de abatimiento, de frustración. Nos hemos esforzado en ese reto que teníamos y no lo hemos conseguido, hay mucha entrega detrás de ese mal resultado, muchas horas de esfuerzo no recompensadas.
Bien, hay poco consuelo en ello. Pero normalmente, este tipo de sentimiento trae algo positivo una vez ha pasado el primer golpe y es el pensamiento de «me esforzaré más la próxima ocasión».
Pero en el perder hay otro dolor, muy negativo, nada constructivo e irremediablemente, humano: EL EGO. Cuando, analizando nuestra pena, nos damos cuenta que es el orgullo el que está más herido, ahí es cuando hemos de parar y ver qué ocurre. Hay que trabajar este aspecto de nosotros, sea en el ámbito que sea, en el que haya aparecido.
Y como Perico dice, debemos enseñar a perder y no tanto a ganar. Demasiados cursos de trading circulan por internet con sistemas maravillosos y nos llaman la atención con mensajes de lo que podemos llegar a ganar, pero no encontraremos ninguno que realce que, con ese curso, lo que más vas a aprender es a «aprender a perder».
Me atrevería a decir que, deberían dar este curso, desde niños, mejor nos iría a todos en nuestra edad adulta.
