Hoy voy a hablar de algo que nos sucede en nuestro día a día, en todas las áreas de nuestra vida y que, evidentemente, también lo podemos padecer en el trading: ir con el piloto automático.

Yo lo asocio en el trading a dos factores.

Uno de ellos y creo que es uno de los males de nuestra sociedad, es lo que ha originado el  llamado mindfulness o atención plena.

Tendemos a realizar todas nuestras actividades de una forma inconsciente, hacemos, actuamos, pero nuestro pensamiento no está allí, está en nuestro pasado o en nuestro futuro, pero no en el presente.

¿Alguna vez nos cepillamos los dientes por la mañana, siendo conscientes que lo hacemos o estamos pensando en lo que tenemos que hacer ese día? A veces, incluso, tenemos que hacer un esfuerzo para recordar si nos los hemos llegado a cepillar.

Cuándo conducimos dirección al trabajo, ¿en qué pensamos? ¿Estamos concentrados en la conducción o nuestra mente está en otro lugar?

Y así con todo.

En el trading, sobretodo en el intradía, ¿estamos 100% concentrados en lo que sucede en los mercados? Imaginar que estamos operando y nos acabamos de acordar que teníamos que haber enviado un email a tal persona. Empezamos a pensar que lo enviaremos después, en qué excusa dar por nuestro olvido, en si podrá tener alguna consecuencia el retraso… cuando nos damos cuenta de dónde estamos y volvemos al mundo real, no sabemos ni dónde está el precio ni cómo ha llegado allí, hemos desconectado, hemos perdido información muy importante y nos hemos desconcentrado. Eso no quiere decir que no podamos levantarnos de la silla durante nuestra operativa, sí, pero esos descansos han de efectuarse bajo nuestro “consentimiento”, en un momento determinado, de una forma determinada que no afecte a la operativa.

El otro factor y también, muy importante, es el no reflexionar ni analizar lo que hacemos. Vivimos en un mundo donde todo sucede tan rápido, que apenas hay tiempo de pensar, solo de hacer.

La tecnología, las redes sociales, el quererlo todo ya y de forma inmediata, el vivir bajo un estado de “corto plazo”, nos lleva a un continuo hacer y actuar, pero le dedicamos poco tiempo al trabajo posterior de análisis, de reflexión, tan importantes para avanzar de una forma sólida y duradera en el tiempo.

¿Os suena aquella frase de que todo lo que estaba construido hace años, duraba más?

¿Acaso hemos ido a peor en avances tecnológicos?, tal vez todo lo contrario, ¿no?

Ya no importa el hacerlo bien, sino el hacer mucho y rápido.

Pocas personas dedican tiempo a cocinar, ¿qué ha sido de aquellos tiempos en que observábamos a nuestros padres o abuelos, preparando la comida, con dedicación, dejando que el tiempo hiciera su función de mejorar las cosas…?

Ya no hay tiempo. Y hemos sido nosotros mismo, nuestro mundo actual, que nos ha arrebatado el privilegio de hacer las cosas disfrutándolas.

Bien, ¿cómo afecta esto al trading?

Pues veréis, lo diré de esta forma: abro el ordenador, opero y cierro. Y mañana más.

Y así es como muchos operamos. Lo importante ya lo hacemos, operar.

¿Pero de verdad, una vez terminada nuestra operativa, hemos sido conscientes de todo lo que ha sucedido en esas horas? ¿O solo nos quedamos con el resultado?

Tal vez, podamos ser capaces de reconocer, si no hemos cumplido todas las premisas de nuestro Trading Plan, que no las hemos cumplido. ¿Pero sabremos de verdad sus causas? Y si no sabemos sus causas, ¿cómo podemos encontrar las soluciones?

Recuerdo más de una y de dos veces que, cuando me desviaba en mi operativa y eso, evidentemente, se veía reflejado en mis resultados y en mi carácter, que mi marido me miraba analizándome… y me preguntaba “¿ya has repasado la operativa?”

Cierto, hacía días que no.

No podemos operar, día tras día, dejando que la única información que obtengamos sea el programa del bróker que nos va informando estadísticamente de nuestros resultados.

Eso, no es suficiente.

Hay que coger, sea al final de la sesión, al final del día e incluso al día siguiente, con la calma ya en nuestra mente, más objetivos (que cada uno, elija su momento idóneo), y sentarnos a analizar y reflexionar. ¿Cómo y para qué hacerlo?

Hemos de volver a los gráficos de la sesión, y analizar técnicamente lo que sucedió, tanto si tuvimos buenos resultados como si no fue así, puesto que podemos ganar dinero operando mal y no debemos entrenar el error. ¿Operamos de forma correcta según nuestro Trading Plan? ¿cumplimos todas sus premisas? ¿Por qué no entramos allí si cumplía nuestro sistema? ¿Por qué entramos aquí si no lo cumplía? Con la observación y el análisis, seremos capaces de saber si somos disciplinados y podremos extraer la información de en qué circunstancias y por qué dejamos de serlo. Podremos ver qué emoción se nos activó en ese momento y qué la provocó, podremos aislar y trabajar ese problema, podremos buscar las herramientas para solucionar lo que nos impide ser consistentes.

Si todavía no lo somos y no somos disciplinados, es de obligado cumplimiento hacer este trabajo día sí y día también.

Y escribirlo. Pongamos por escrito todo ello, que no se quede solo en nuestra mente. Y si podemos escribirlo en papel, mejor que en un ordenador. Está demostrado que lo que escribimos a mano, se retiene más y tomamos más conciencia que lo que escribimos en ordenador.

Escribamos los aspectos técnicos y emocionales de cada sesión operativa. Y al finalizar la semana, también. Hagamos una evaluación de esa semana, ¿cómo hemos operado? ¿he trabajado lo que me propuse la semana anterior, he puesto el foco en ese problema determinado que detecté la semana pasada? ¿Ha mejorado mi operativa? ¿cómo me he sentido yo?

Evitemos operar con el piloto automático puesto. Tomemos conciencia de cada sesión y de cada minuto de esa sesión y saquémosle el máximo partido de lo que observemos.

Que cada día sume y nos permita avanzar.

 

 

 

 

julio 19, 2019

De acuerdo, con lo que nos compartes Judiht.

Es tan simple y tan fácil no hacerlo. Hay que crearse el habito, somo seres de costumbres. Fácil decirlo, Fácil hacerlo y Fácil lograrlo… Un guiño. Analizar lo hecho (el actuar diario), según lo técnico, lo fundamental y emocional. Aprender a/y disfrutar lo que hacemos, o lo queremos hacer, estoy a favor.

Gracias y Saludos.

julio 20, 2019

Hola José,
Gracias a ti por leerlo.
Cierto lo que dices, tan simple y lo que cuesta hacerlo.
No es tan sencillo como parece, hay mucho trabajo detrás, pero sí, es importante disfrutar de todo el proceso.
Un abrazo!!!

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