Después de muchísimas operaciones, observé que mi principal problema en el trading era la sobreoperación y busqué un amigo para que me ayudara, el maestro Yoda.
Como he repetido esta semana en las anteriores publicaciones, el mercado dejará totalmente al descubierto tus principales debilidades y es trabajo nuestro, reconocerlas (que no es poco) y trabajar no tanto para eliminarlas, porque es tu forma de ser, pero sí para minimizarlas cuando hagamos trading y que no nos afecte en la operativa.
Primero de todo, decir que para mi, éste es el verdadero trabajo en el trading, el principal. La técnica se aprende, pero el control de las emociones, como no te pongas a trabajar muy firmemente, con determinación y muchísima constancia, no triunfarás en esta profesión.
Y es un trabajo largo, de «picar mucha piedra», de avanzar un poco y retrocederlo todo en un día, de lágrimas, de frustración, de mucho dolor, de dar un paso más, de mejorar…y poco a poco, de ir sintiéndote orgulloso de ti mismo por ver cómo después de tanto tiempo, lo vas consiguiendo. Pero buf…largo es el camino.
Mi principal defecto en el trading es la impulsividad ( y el ego también, pero lo dejaré para otra entrada). Soy impaciente, impulsiva y las cosas las quiero conseguir de forma rápida, forma parte de mi carácter. Lo ideal para el trading. Y eso se traduce cuando estoy operando, en que tengo el dedo índice de la mano derecha muy nervioso!
Entradas de forma anticipada, cuando aún no se habían dado las condiciones de mi trading plan, o peor aún, cuando definitivamente no se habían dado pero me hacía trampas mentales, que si «la vela no es del todo correcta pero es que por el contexto seguro que la operación es correcta», que si «todavía no he llegado a la zona de alta probabilidad pero es que ha roto tal soporte que seguro que romperá el siguiente y si entro ahora tengo la operación más cubierta»… me hacía y alguna vez, aún ocurre, unas «pájaras» mentales impresionantes, para darme el visto bueno a mi misma de que tenía permiso para entrar la operación.
Me he hecho miles de excels que plantaba y lo sigo haciendo, encima de la mesa en forma de «check list» y que me obliga a ir marcando para verificar que la operación sea correcta antes de entrar y evitar, así, entrar antes de hora o cuando no toca entrar.
Y un día, leí el libro «Psicotrading. Gestión emocional del inversor» de Germán Antelo Solozábal, muy recomendable si no lo habéis leído. Allí, él explicaba un caso que tuvo con un cliente y le propuso una solución a sus problemas emocionales con el trading. Pensar en algo o alguien que le ayudara a mejorar su gestión emocional en esos momentos. Y su solución la apliqué para mi.
Hay un personaje que me ha inspirado siempre esa sensación de control mental, de tener la fuerza interior suficiente para ser tú quién domines todas las situaciones que te rodean y que no sean éstas las que controlen tus actos. Un ser que me transmite esa energía de sosiego, de PODER sobre ti mismo: el maestro Yoda de la película «La guerra de las galaxias».
Así que compré una figurita en forma de Yoda y desde entonces, cada vez que hago trading, lo tengo cerca, es mi compañero de operativa y más de una vez lo he tenido que coger con las manos para que me ayudara a controlarme en ese momento. Parece una tontería, pero os aseguro que funciona.
Creo imprescindible, a no ser que tengáis una gestión emocional impecable, que todos los que operamos en bolsa, cuanto más a corto plazo, más imprescindible, tengamos algo, una foto, un escrito estampado en la pantalla del ordenador, una imagen, una figurita, lo que sea, que nos ayude en esos momentos de flaqueza emocional y nos dé más fuerza para seguir el trading plan al pie de la letra.
Pensar que la gestión emocional en el trading es probablemente lo más difícil con lo que lidiaremos en toda nuestra vida. Hay que dedicarle tiempo en buscar soluciones para ayudarnos y aunque nos parezcan algo disparatadas, no lo son.
Amigos, hay que hacer brainstorming con nosotros mismos!!!!
