Empecemos por definir qué son los errores no forzados (ENF) en general. Son aquellos que cometemos sin estar bajo ninguna presión externa, nada ni nadie te ha forzado a fallar, pero aun así, fallas.

 

Se puede comprender muy bien cuando lo aplicamos al deporte. Imaginemos una atleta de gimnasia rítmica que trabaja muy duro en sus entrenamientos y está muy bien preparada para el día de la prueba. Si la realiza demostrando lo que sabe hacer, tal y como se aprecia en su día a día, debería hacerla de forma perfecta.

Pero llega el día D y las cosas no salen bien. No hubo nada externo que le hiciera perder ni tampoco tenía un problema de salud. ¿Qué ocurrió entonces? La atleta te podría decir: «Es que me puse nerviosa. Quería que me saliera perfecto ese salto, arriesgué demasiado y perdí el control». También podría decir: «Ese primer giro no me salió del todo bien y ya perdí la concentración en el resto de la prueba».

Nadie ha provocado esos fallos/errores. Ella es la única culpable de que la prueba no tuviera el resultado que sus entrenamientos demostraban. ¿Ha faltado trabajo en su día a día? ¿Se pueden mejorar esos fallos con más o mejor entrenamiento físico? No. Lo que hay que entrenar es la preparación psicológica.

No hace falta esforzarnos mucho para ver su aplicación en el trading, ¿verdad? Los errores no forzados pueden venir, de forma general, por dos causas:

1.- Porque estamos demasiado activados o demasiado poco.

Un exceso de activación puede provocar que hagamos operaciones que no están dentro de nuestras reglas pero las ganas de entrar, hace que arriesguemos y acabemos haciendo el trade. Nos pueden más las ganas que las reglas.

¿Cómo evitar este error? Podemos tener varias rutinas pre-operativas: dedicar 5 minutos antes de operar a calmarnos, repasar el check-list de nuestro sistema, visualizar nuestra estrategia, tomar conciencia de que la consistencia no depende de lo que hoy ocurra, sino de lo que ocurra en la suma de los días y que la única clave es ser disciplinado con tu sistema.

Pero, ¿y si lo que nos pasa es todo lo contrario? ¿No os ha ocurrido que ya estamos en una fase de nuestra operativa en la que hay cierto «cansancio», ya llevamos algún año que otro, no vemos resultados y la apatía se ha instalado en nuestras sesiones operativas?

Esa desgana, esa falta de interés con la que podemos empezar nuestras jornadas de trading, por el cansancio y la frustración que llevamos acumulados, pueden hacer que no trabajemos bien la preparación de la sesión. No damos importancia a ese primer momento, que es sumamente importante. Sin hacer una buena lectura del precio detectando sus niveles relevantes, creando los escenarios y visualizando cómo nosotros (con nuestro sistema) podríamos operarlo, empezamos la sesión sin un rumbo, lo que nos llevará a que sea el precio el que lleve las riendas y no nosotros. Operaremos al son de sus movimientos, dejándonos llevar por su volatilidad y sus manipulaciones, sin ni siquiera saber en qué dirección tenemos que ir.

El trabajo previo es fundamental para encarar una buena sesión de trading. Es recomendable exteriorizar nuestros pensamientos en la preparación. Si nos forzamos a hablar o a escribir lo que estamos analizando, nuestros escenarios… tomamos más conciencia de lo que está sucediendo, elevamos ese trabajo preparatorio a un nivel superior, le damos la importancia que merece y nos hace «entrar en el precio».

2.- Pérdida de concentración.

Aquí no es que partamos de una falta de concentración como en el caso anterior donde hay poca activación. Lo que ocurre aquí es que la perdemos durante nuestras sesiones. Podemos empezar muy bien pero las cosas se tuercen mientras operamos.

Esto nos puede pasar por varios motivos. Un caso puede ser porque perdemos en una operación o porque se nos escapa una y sea por tristeza, por frustración y/o por el deseo de recuperar, «salimos del precio». Ya no estamos poniendo el foco en lo que sucede sino en lo que queremos que suceda y forzamos operaciones que no cumplen nuestras reglas.

También por pensamientos internos durante la operativa. Imaginemos que es viernes, empezamos bien la sesión, concentrados y preparados. Y a medio camino, nuestra mente se dispersa y empieza a pensar que esta semana llevamos acumuladas X pérdidas y que si hoy no operamos, acabaremos con una semana en negativo. Automáticamente se nos activan las ganas de operar y dar la vuelta al marcador. De nuevo, «salimos del precio» enfocados en otra misión. Ya no estamos concentrados en lo que está haciendo el precio y no estamos buscando nuestra estrategia en él. Estamos buscando cómo poder entrar una operación y preparados para encontrar cualquier excusa que nos lo permita, sin estar por supuesto dentro de nuestro sistema de trading.

¿Cómo evitar que perdamos la concentración mientras operamos?

Desactivando lo que lo provoque. Si perdemos una operación o no operamos una que era válida según nuestro sistema, hemos de ser conscientes que, tal vez, necesitemos un refuerzo para volver a estar «dentro del precio». Tómate unos minutos de descanso, vuelve a las pantallas y haz el trabajo que hiciste de preparación de sesión otra vez, recordando la importancia de exteriorizar tus pensamientos para tomar conciencia de ello. Vuelve a entrar en el precio pero de forma objetiva, no deprisa y corriendo sin analizar dónde está.

Y si te invaden pensamientos que te pueden perjudicar y perder la concentración, apártate de las pantallas unos minutos, reflexiona y recuerda que la consistencia no depende del resultado del día ni de la semana, es un camino que solo tendrá un buen final si haces sobre todo una cosa muy importante: operar solo bajo tu sistema. Vuelve de nuevo con ese objetivo, localizar tu estrategia en el precio.

Ambos errores, el estar demasiado activados o demasiado poco y la pérdida de concentración, no son provocados por algo externo. El mercado no ha hecho nada diferente de lo que hace otros días, que es hacer su camino. Nada fuera de nuestra mente ha sufrido cambios.

En tu entorno todo sigue igual y en los mercados todo fluye como de costumbre, con mayor o menor volatilidad. Los errores vienen de ti y ellos son los principales motivos de tu falta de consistencia.

Detecta tu principal error no forzado en el trading, busca herramientas que te puedan ayudar para trabajar en él y minimizarlo.

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