Para quién no lo conozca, Kilian es uno de los mejores deportistas de este tiempo en carreras de ski de montaña y en carreras de montaña a pie, especialista en ultrafondo, además de ser un gran alpinista. Ama el deporte y le apasiona entrenar.
En dicha entrevista le preguntaron si siempre tenía ganas y motivación para entrenar. Su respuesta fue NO, pero también comentó que no por ello dejaba un entreno por hacer y siempre lo sacaba adelante dando lo mejor de él.
Puede llegar a sorprender esta respuesta. Como es posible si tu pasión es correr y entrenar que haya días que no tengas ganas de hacerlo, ¿Acaso las pasiones no son tan fuertes como para estar siempre con ganas de llevarlas a cabo? Y si vamos más allá, ¿Qué haces aquellos días que no tienes motivación para entrenar? ¿Cómo puede tu mente ser más fuerte que tu falta de ganas?
Hemos de recordar que hay algo innato en todos nosotros que jamás cambiará: somos humanos. Eso implica que por mucho que nos apasione algo, es posible que no siempre tengamos las ganas de hacerlo, haciendo su aparición uno de los pecados capitales: la pereza.
Entonces, ¿Cómo sacar el entrenamiento adelante esos días? ¿Qué te puede hacer empezar y terminar una sesión y además sacando lo mejor de ti?
LA DISCIPLINA, venciendo el sometimiento de la satisfacción inmediata con un deseo más poderoso: alcanzar tus sueños y objetivos a medio/largo plazo.
En el trading, podemos decir que la disciplina es la puesta en práctica de aquel conjunto de reglas que juntas forman un proceso, un sistema, que te permitirá tener una ventaja estadística en los mercados financieros. Es operar de forma sistemática día sí y día también.
Pero también creo que hay otra rama de la disciplina (ligada por supuesto a la anterior) que interviene en nuestro oficio: el querer dar cada día lo mejor de ti, el tener determinación y constancia para luchar por tus objetivos y tus sueños sin rendirte.
Siempre comento a mis alumnos que debemos tener en nuestro armario una mochila preparada con varias herramientas y estar dispuestos a ponérnosla antes de cada sesión operativa. Una mochila que contenga, entre otras cosas, los siguientes propósitos:
– Tómate esta sesión de trading como si fuera la primera y la última de tu vida.
– Estate relajado, pero a la vez con la tensión suficiente para estar 100% atento y motivado.
– Inicia tu sesión con enfoque profesional, esto no es un juego.
– Prepara con calma y detalle tus gráficos, prestando atención a todos los elementos del precio y a los que debas tener en cuenta dentro de tu sistema.
– Opera con concentración, tensión, profesionalidad, siendo riguroso y objetivo con lo que el precio te está transmitiendo, sin filtros emocionales.
– Termina tu sesión aceptando con madurez los resultados, tanto si son positivos como negativos. Acepta también el no operar en aquellos días que así ha sido.
– Cierra el ordenador y olvida lo ocurrido hasta mañana.
Esta mochila debe ser puesta cada día tanto los días que uno está con ganas de ponérsela porque estamos motivados, como aquellos días (y los hay) en los que no tenemos esas ganas.
Y ojo, porque tal vez sí tenemos ganas de operar (ya sabemos todos que de eso siempre hay ganas) pero no de hacer el esfuerzo por nuestra parte de sacar la motivación y la fuerza para extraer de dentro de nosotros todas las herramientas de la mochila, para dar nuestra mejor versión cuando la motivación para ello falla. Es decir, tener la disciplina sesión tras sesión para, aún sin ganas, sacar al operador profesional que hay en nosotros y operar correctamente.
Y si algún día vemos que somos incapaces de ello (por salud, preocupaciones graves…), lo que debemos hacer es tomar la sabia decisión de no operar.
Disciplina es operar de forma sistemática en los mercados financieros y acatar las reglas que tú mismo te has impuesto y que tienen esa ventaja estadística.
Pero también es dar nuestra mejor versión cada día, aún en los días que la motivación no nos acompañe. Es recordar que la satisfacción inmediata no nos acerca a nuestros objetivos y sueños.
