Muchos de vosotros ya sabéis lo que me inspira el personaje Yoda de la saga “Star Wars”, alguien que demuestra ser un verdadero maestro, sabio y con una poderosa fuerza mental.

Él decía: “Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.

Estoy totalmente de acuerdo con esta frase y es aplicable a todo en esta vida, no solo al trading.

Hay que tener una cosa muy clara si queremos tener resultados positivos en este oficio: hay un trabajo enorme detrás del éxito, ENORME.

 

Y por tanto, cuando se requiere de un gran trabajo, ello exige de una grandísima implicación personal, no podemos quedarnos a medias, o lo damos todo o mejor no empezar.

Los que han tenido éxito en un negocio o han llegado a ser de los mejores deportistas de élite… han hecho enormes sacrificios, han asumido muchos riesgos tanto económicos como personales. Han llegado, en algunos casos, a sus límites, aquellos que si se traspasan pueden hacer que todo se derrumbe.

Muchas veces solo vemos la punta del iceberg, porque es lo que todos vemos, los resultados. Pero en el fondo del océano, hay un enorme bloque de hielo mucho más grande que lo que se encuentra por encima de la superficie.

Ese gran bloque de hielo está lleno de dedicación, decepciones, sacrificios, trabajo duro, buenos hábitos (que se han trabajado también), fracasos y una gran dosis de persistencia.

Para alcanzar el éxito en cualquier ámbito hay que tener una cosa muy clara desde el principio y esto es muy aplicable al trading: tenemos que perder el miedo a fallar y cuando eso ocurra, intentarlo una y otra vez, las veces que sean necesarias. Hemos de agotarnos física y mentalmente, se nos han de caer las pestañas del sueño y del cansancio, pero jamás podemos darnos por vencido ni dejar de intentarlo.

Recordad la mítica frase de Michael Jordan: “He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito”.

En el mundo de los corredores, hay una frase que se dice mucho: “solo hay que bajar los brazos para atarse los cordones”.

Pues eso, solo hay que bajar la cabeza, para respirar profundamente, llenar los pulmones, resetearnos y volver a impulsarnos hacia adelante. Y con más determinación, con más fuerza, con más optimismo.

Si las cosas no están saliendo bien en nuestro trading, no se trata de seguir operando una y otra vez, haciendo lo mismo, no.

Se trata de parar y analizar. Se trata de buscar el error, trazar un plan de acción para subsanarlo y aplicarlo. Se trata de evaluar resultados, aprender y avanzar.

Pero todo esto requiere de un gran trabajo y esfuerzo por nuestra parte.

La parte divertida del trading, la de entrar al mercado y hacer operaciones, ha de representar el 5% de nuestro tiempo de dedicación al trading. El resto es lo que hay debajo del mar, ese bloque de hielo que cuesta tanto que se forme.

Y esto último es importante.

El 95% de nuestra energía en este oficio, ha de estar enfocada a formarnos, a crear o desarrollar un sistema de trading y a evaluarnos constantemente, tanto en el aspecto técnico como emocional.

Y eso lo hemos de tener claro antes de empezar. El trading no va de emociones ni adrenalina, va de constancia, trabajo y disciplina.

Ganar un partido o una carrera dura un segundo, el trabajo por conseguirlo, años.

Si quieres hacerlo, a por ello.

Pero si solo piensas en “voy a intentarlo”, sin estar dispuesto a dedicar tiempo, a convivir con el cansancio mental, con las decepciones y fracasos, mejor no empieces.

“Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.

 

 

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