En el trading gana o pierde, pero olvídalo después.

 

Cuando empezamos a formarnos en este oficio, nos enfocamos en aprender a ganar. Esto es un hecho que se repite. Poco se dice y de hecho, ni nosotros lo sabemos al principio, lo importante que es antes de aprender a ganar, aprender a no operar y aprender a perder.

En el artículo de hoy quiero dar un paso más a todo esto y enfocarnos en un punto que nos puede ayudar a que perduren nuestras rentabilidades en este mundo.

Conseguir la famosa consistencia, que no es más que ir obteniendo rendimientos de forma regular, no es algo tan difícil como a veces pensamos.

De hecho, cuando llegamos a un determinado nivel, tomamos conciencia y sabemos qué tenemos que hacer para seguir siendo consistentes, pero por una razón u otra no siempre lo cumplimos y ello nos lleva a volver a pérdidas, aún sabiendo cómo obtener ganancias.

Como seres humanos que somos nos cuesta aceptar hacer un determinado proceso, sencillo y humilde, que nos conduce a un buen final y hacerlo día tras día, mes tras mes. Tendemos a querer introducir cambios, a aumentar apalancamientos de forma no progresiva, a querer inventar cosas para ganar más.

Y aquí radica uno de los principales errores que cometemos que hace que nuestra consistencia no perdure.

Puede ser porque introducimos cambios que no son necesarios. Si algo te funciona, no lo toques. ¿Por qué nos cuesta quedarnos con aquello que ya va bien? ¿Por qué nos crece el Ego pensando siempre en más? Sin querer cambiar de tema, pero la respuesta ya nos la está dando nuestro planeta. El ser humano tiende a destrozar lo que funciona por querer más.

Puede ser también porque introducimos cambios antes de hora. Se pueden realizar ajustes, ciertos cambios, aumentar nuestro apalancamiento (acorde al capital) en su debido momento y tras los estudios pertinentes de cada bloque de operaciones que vayamos cerrando. Pero no cuando queramos fruto de las ganas de más.

El apego excesivo a los resultados nos hacen ser esclavos de nuestra propia condición de ser humanos. La avaricia tiene un precio alto aquí: la no perdurabilidad de la consistencia.

En el trading, hemos de tener una sistemática en nuestra operativa, hemos de estar en condiciones de operar, hemos de tener la concentración necesaria antes de realizar nuestra operativa, capaces de dar nuestro 150% en cada sesión.

Pero también hemos de olvidar lo sucedido, nada más terminar nuestra sesión.

Ganemos o perdamos, tal cual cerremos nuestra sesión, olvidemos lo sucedido. Que no nos afecten las pérdidas pero que no nos afecten tampoco los beneficios. Si perdemos, aceptarlo como parte de este oficio, teniendo en cuenta además que debería ser una pérdida ya estipulada en nuestro Trading Plan dentro de la gestión monetaria correspondiente.

Y cuando ganemos también. Que ni la euforia ni la avaricia aparezcan en escena y provoquen deseos de más, porque si eso ocurre sembraremos la posibilidad de buscar cambios inmediatos para ganar más.

Y sepamos que uno de los principales enemigos del trading es el sometimiento a dar rienda suelta a la satisfacción inmediata en pro de un beneficio sostenido a largo plazo.

Mantengamos unas reglas de operativas de bloques, sin hacer ni permitirnos ningún cambio en él.

Ganemos o perdamos aceptando que son los frutos de nuestra mejor operativa en cada sesión y trabajemos para crear una independencia de nuestro estado de ánimo a dichos resultados.

Demos nuestra mejor versión en cada sesión operativa, pero tanto si ganamos como si perdemos, olvidémoslo rápidamente y enfoquémonos en el largo plazo, realizando los cambios pertinentes en su debido momento.

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