«Una de las mejores formas para crear espejos positivos es la persecución estructurada de metas. Cuando creamos metas importantes, que suponen un desafío y que son realizables, generamos experiencias potenciales de maestría y éxito. Cuando hacemos de la fijación de metas una característica contínua de nuestro entrenamiento, generamos continuamente oportunidades para tener experiencias emocionales impactantes que nos sirvan de afirmación de nosotros mismos.
La idea es no operar nunca sin trabajar conscientemente en un aspecto de su operativa» El entrenador de trading. Brett N. Steenbarger.
Esto es fundamental en muchos aspectos de nuestra vida para poder llevar a cabo un proyecto con éxito.
Pongamos por ejemplo, dos estudiantes. Ambos tienen por delante un examen dentro de tres meses y dos libros por estudiar. Uno de ellos, estructura cuidadosamente el temario y lo adapta a los días que tiene hábiles para estudiar e incluso, estructura las horas de estos días para que incluyan los descansos adecuados para rendir de forma óptima. El otro estudiante, abre el primer libro y empieza a estudiar, sin saber cuánto debería estudiar cada día para poder llegar al examen con todo el temario aprendido, ni de cuántas horas dispone cada día. Empieza sin ningún orden ni planificación, sin una meta concreta diaria, ni para esa semana, ni para ese mes. ¿cuál obtendrá mejores resultados? ¿quién de los dos disfrutará más del proceso y aprenderá mejor? Y por último y no menos importante, ¿quién terminará su jornada más satisfecho con el resultado de ese día?
Es verdaderamente importante fijarse metas. En el trabajo ocurre lo mismo, ¿Acaso no es bueno establecerse determinadas actividades para ese día y planificarlas adecuadamente?
En el trading es vital y además, fijarnos metas, nos ayudará a corregir nuestros principales problemas en la operativa.
En los inicios, cuando tenemos más errores, causados principalmente por temas emocionales, no es aconsejable, es imprescindible, hacer una lista de nuestros sesgos personales que nos causan mayores fallos, ver cómo repercuten en nuestra operativa e ir estableciendo soluciones. Una vez tengamos bien definidos esos puntos que no nos dejan avanzar adecuadamente, fijarnos metas que nos permitan trabajar ese «problema» y erradicarlo. Por ejemplo, centrarnos durante dos semanas en ese aspecto de una forma casi obsesiva. Si, imaginemos, nuestro problema es la sobreoperación, cada mañana al empezar, repasar cuántas operaciones hicimos ayer, cómo las hicimos, si fueron estudiadas y operadas según nuestro trading plan… y ponerlo por escrito, incluso grabarnos en una cámara, algún método que nos haga tomar conciencia de forma profunda. Y preparar nuestro día para enfocarlo en esa dirección, siendo muy consciente cuando hacemos una operación, de nuestra meta y de no desviarnos de ella. Y, lo que se dice, lo que se hace repetidamente, se convierte en un hábito.
Con el tiempo, cuando ya somos consistentes, se puede seguir haciendo. Se pueden, por ejemplo, establecer metas de seguir una formación continuada, de hacer cada día, un repaso de algunas webs que nos parezcan interantes, de ver semanalmente algún webinar, de hacer algún curso complementario para mantenernos siempre actualizados… hay miles de opciones que nos permitirán tener siempre un objetivo a la vista para permanecer vivos y centrados.