» El placer, el dolor: la naturaleza nos programa para interiorizar la experiencia emocional para que podamos perseguir lo que mejora la vida y evitar lo que nos hace daño. Esa habilidad para interiorizar nuestras experiencias emocionales más poderosas nos ayuda a mantener los cambios que iniciamos. El enemigo del cambio es la recaída: volver a caer en las viejas formas de pensar y comportarse que no son productivas. Sin el momento de la emoción, la recaída es la norma.» El entrenador de trading, de Brett N. Steenbarger.
Cuando nos iniciamos en esto del trading, pronto descubrimos que hemos de «cambiar» o «arreglar» ciertos comportamientos basados en emociones, avaricia, ego, miedo…, que nos perjudican de gran manera en esta profesión.
Ese deseo de cambio, normalmente, vendrá dado por el dolor de haber tenido pérdidas, por el dolor de no llegar a la consistencia. Es decir, una emoción, en este caso, dolor, nos moverá a querer impulsar un cambio en nuestra actitud. Y ésta misma, es la que ha de mantener viva la llama del cambio.
Es fácil recaer en malos hábitos cuando aquello que queremos cambiar, no está ligado a una emoción. Queremos adelgazar porque nos mueve una emoción, el desear vernos con mejor aspecto, queremos dejar de fumar porque sentimos dolor al pensar que nos puede hacer enfermar, queremos estudiar un máster porque queremos progresar profesionalmente.
Todos los cambio que queremos impulsar en nuestra vida, provienen de una emoción, de un deseo. El problema es que, con el tiempo, a veces nos olvidamos de porqué empezamos tal cambio y justamente eso, hace que recaigamos en los malos hábitos que nos hacen ir en contra de nuestro cambio deseado.
¿Qué podemos hacer? Mantener viva la llama del cambio. Tengamos siempre presente, sea mediante una foto, un escrito que nos obliguemos a leerlo cada mañana, antes de la operativa, un fondo de pantalla motivador que nos recuerde nuestro deseo….
Hemos de crear algo que, día a día, nos impulse a mantener intactas las fuerzas para luchar por ese cambio.
¡Que no se nos apague nunca la llama del deseo de ser un buen trader!
