«La avaricia es el afán o deseo desordenado de poseer riquezas, bienes, posesiones u objetos de valor abstracto con la intención de atesorarlos para uno mismo, mucho más allá de las cantidades requeridas para la supervivencia básica y la comodidad personal.» Wikipedia
Prestemos atención a la palagra «desordenado». Es un deseo desordenado, lo que nos transmite que detrás de ese deseo no hay unas reglas concretas, no hay unas premisas en las que se base un sistema para conseguir un objetivo.
Cuando establecemos una meta, un objetivo, porque tenemos el deseo de conseguir algo, es necesario trazar un plan, con unos pasos a seguir, unos puntos que tendremos que ir alcanzando para llegar a objetivos parciales y que vayan construyendo el camino para llegar al objetivo final.
La avaricia es un deseo desordenado, es decir, en ella, no hay un plan determinado. Se actúa conforme a un caos, sin premeditación, basándonos únicamente en impulsos, en emociones, en un afán de posesión no necesario. Es un estado en el que nuestra razón no aparecerá, actuaremos totalmente guiados por el deseo desmedido de ganar.
Quién no ha tenido esa sensación alguna vez, de estar operando y entrar sin casi ni pensar, sin repasar mentalmente que esa operación está dentro de tu plan, sin tener en cuenta tu money management, sin tener la serenidad y objetividad de que estás haciendo las cosas correctamente. Operas bajo tus impulsos. Cuando esto ocurre, actúas bajo un deseo desordenado.
Pensemos esto cuando estemos haciendo trading. Si nuestro deseo de ganar, de hacer operaciones positivas, no está respaldado por un trading plan, con sus reglas y su sistema objetivamente establecido, la avaricia está apareciendo y con ella, sus consecuencias que irán totalmente en contra de llegar a ser un trader regular y consistente.
