Ten siempre a alguien de confianza cerca
«- Vuelve Sam. Partiré a Mordor yo solo.
-Claro que irá y yo iré con usted.
-No sabes nadar, Sam! Sam!
– Hice una promesa señor Frodo. Una promesa. No le abandones Samsagaz Gamyi y no pienso hacerlo. No pienso hacerlo»
Esta escena del «Señor de los anillos» siempre me pone los pelos de punta. Clarifica de una forma tan emotiva el compromiso con alguien, la ayuda incondicional, el saber que tienes un compañero en este viaje que estará contigo por muy negras que se pongas las cosas.
El trading es una profesión muy dura en sus inicios, te castiga mucho emocionalmente y psicológicamente y es muy solitaria, tú y las pantallas.
En los momentos más incipientes hay muchos altibajos y las emociones son una montaña rusa. Conforme avanzamos, nos adentramos en el desierto y no sé qué es peor. Avanzas a pasos lentos y torpes, te hundes en la arena, cuesta avanzar, miras al horizonte y solo ves dunas, arena y más arena. Mucho esfuerzo y poco resultado. Es un largo periodo que puede durar años, no exagero, años.
Si en este duro y lento camino no tienes a nadie que te apoye, probablemente no lo consigas. Y lo digo una vez más, si no tienes un compañero en este viaje, no saldrás del desierto con vida y probablemente, ni llegues a él.
Sí, es una profesión solitaria. Pero es indispensable tener una persona cerca que, cuando estés frustrado y enfadado contigo mismo, quite algo de hierro al tema. Que, cuando estés eufórico te recuerde que mañana hay otro día de trading y puedes perder todo lo de hoy si no lo haces bien. Que, en aquellos días que solo ves que frente a ti hay dunas y más dunas y un sol abrasador, te haga mirar atrás y darte cuenta de todo lo que has conseguido hasta ahora. Que, cuando ya no puedas más y estés a punto de tirar la toalla, te haga cerrar los ojos y visualizar tu sueño.
No podemos hacer esto solos. Hemos de buscar a alquien que nos ayude, alguien de confianza, que sepas que será sincero contigo, que te dirá lo bueno y lo malo, que cuándo te pregunte cómo estás, se quede para escuchar tu respuesta. Puede ser tu pareja, un familiar, un amigo o incluso un mentor si has conectado muy bien con él, hasta un psicólogo si no tienes a alguien cerca de suficiente confianza.
Pero hemos de hacer este camino acompañados, lo repito, solos no lo conseguiremos.